¿Sabías que el 2017 la deforestación en la Amazonía peruana alcanzó el equivalente a 200 000 campos de fútbol ?
Eso provoca la destrucción de ecosistemas indispensables que captan el dióxido de carbono, que es el principal gas de efecto invernadero que genera el cambio climático.
Otras causas directas son la minería, particularmente la minería ilegal en Madre de Dios y los cultivos como la coca.

Los pueblos originarios que viven en la Amazonía, desde hace miles de años, siempre han tenido un manejo sostenible de los recursos del bosque. La deforestación en la Amazonía peruana es menor en territorios ocupados por indígenas que en los que son propiedad privada o del Estado.
Son ellos quienes conocen mejor que nadie sus territorios y tienen derecho de gestionarlos y protegerlos de manera directa, garantizando así la vida de millones de personas, y protegiendo una de las fuentes de biodiversidad más ricas del mundo.
Exigen la seguridad jurídica de sus territorios integrales, lo que implica no solo la titulación sino también su reconocimiento como pueblos indígenas. Para ellos los bosques son fuente de alimentos, medicinas, herramientas, identidad cultural. Es necesario que el Estado y la sociedad considere su territorio de manera integral. Sin embargo, el camino no es fácil y los pueblos indígenas suelen toparse con la desidia de las autoridades.

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Contribuir a la difusión y entendimiento de las propuestas de territorio integral y mitigación del cambio climático que llevan adelante los pueblos indígenas amazónicos Awajún y Wampis.
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Impulsar la articulación de movimientos urbanos con la defensa de la Amazonía para enfrentar el cambio climático.
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Difundir la importancia de la gestión integral del territorio para los pueblos indígenas y para la sociedad en general.