En la Amazonía se han deforestado, en los últimos años, nueve millones de hectáreas, de las cuales el 70% está en abandono porque no sirve para la agricultura, sostuvo el director general de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, José Álvarez Alonso.
Armando Puerta
Durante una presentación en la charla Impacto de Cambio Climático e n la fauna silvestre y comunidades en la Amazonía, en Voces por el Clima, el experto señaló que la deforestación fue realizada por la minería ilegal, por la deforestación ilegal, por la agricultura migrante y por el mono cultivo de la palma aceitera.
Además, advirtió que la destrucción de los bosques amazónicos cambiaría por completo el clima en el norte del continente americano, reduciendo las lluvias hasta en un 20%, y alteraría la corriente del golfo atlántico que mantiene el clima de Europa Oriental.
Otro de los motivos de la deforestación son las sequías. En el año 2005 y 2010 la Amazonía ha sufrido uno de peores eventos que produjo una gran mortandad de los árboles, indicó Álvarez.
También explicó sobre qué hacer para la conservación de los bosques y el desarrollo de las comunidades indígenas: “En la Amazonía las comunidades no tiene un perfil de agricultores, ellos viven de los bosques, porque los indígenas tiene la visión del buen vivir. Lo que hay que hacer desde el Estado es apoyar en la conservación y sostenibilidad de los bosques y que esto, a su vez, supere la rentabilidad de la palma aceitera”, explicó.
En otro momento Miguel Pinedo Vasquez, del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), refirió que “existe una falta de entendimiento, por parte de las autoridades, para plantear un proyecto de caza sostenible”. Indicó que el desarrollo de la palma aceitera no es el hábitat natural de los animales silvestres.
Al mismo tiempo explicó que es necesario un programa de financiamiento para las comunidades indígenas, con la finalidad de mitigar la pobreza y mantener un desarrollo equilibrado en el tiempo.
