Gobierno autónomo del pueblo Tajimat awajún

Por: marioyaranga

Elmer Ujukam Wachapea

Miembro del Consejo Permanente del Pueblo Awajún y presidente de la Asociación Bikut

 Según nuestra historia ancestral, el espacio territorial del pueblo Awajún abarcaba hasta Chachapoyas y Río Santiago, en Amazonas, Jaén y Supayaku, en Cajamarca, y Loreto. Estos territorios eran celosamente vigilados por dos pueblos originarios: Awajún y Wampis.

Se trata de dos pueblos guerreros que cuidaban y protegían sus bosques, ríos, lagunas, cochas, cataratas, animales, porque allí estaban (y están) los alimentos necesarios para la supervivencia. Y en las cataratas se encuentran los espíritus de los sabios muertos (ajutap), que esperan transmitir su visión a los jóvenes a través de la toma de datem (ayahuasca), tsáag (tabaco) y baikua.

La familia estaba conformada por clanes que vivían dispersos. De esta manera, ubicaban en las cuencas de los ríos sus actividades principales como la agricultura, la pesca, la cerámica, el mitayo (caza) y los tejidos. Estas actividades se destinaban principalmente al consumo interno y no a las actividades comerciales.

Como pueblos originarios hemos vivido más de siete mil años sin maltratar la naturaleza, protegiendo nuestra madre tierra, nuestros ríos, las quebradas, la tierra, el aire. Siempre hemos respirado aire puro, hemos  tomado aguas de las quebradas sin tratamiento alguno, y nuestros ancestros nunca se han enfermado.


 

Gobierno autónomo del pueblo Tajimat awajún

 


Hoy, la presencia de colonos y la construcción de carreteras, impulsa la tala indiscriminada de madera, abriendo hectáreas de tierras para el cultivo de pastos destinados a la ganadería. Además, la presencia de mineros informales y empresas petroleras ha impactado negativamente nuestros territorios: cada vez hay menos peces, aves y algunas especies están desapareciendo.

En los últimos años el Estado peruano empezó a entregar  títulos de propiedad a las comunidades nativas, e incluso a los colonos, reduciendo el territorio que nuestros ancestros nos dejaron: un territorio integral, sin límites entre los los pueblos Awajún y Wampis. Esta situación genera conflictos sociales entre pueblos originarios y colonos, pues se está entregando a empresas trasnacionales recursos no renovables que se encuentran en nuestros territorios originarios.

Como consecuencia, se enfrentan fuertes sequías, cambio en los patrones de estaciones de tiempo, mijanos (migración de peces) no llegan a nuestra zona, ríos y lagunas contaminados por actividades extractivas como la explotación clandestina de madera que genera deforestación.

El Estado no tiene poder político para enfrentar estos problemas. Como respuesta, dirigentes de organizaciones indígenas se han reunido para analizar y proponer el desarrollo del estudio jurídico, antropológico, mapeo territorial y el Estatuto del Pueblo Awajún. Las organizaciones indígenas se han sumado a la construcción del Estatuto del Gobierno Territorial del Pueblo Tajimat Awajun, especialmente el Consejo Permanente del Pueblo Awajún, que ha venido apoyando de manera técnica a la Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte (Orpian-P) en este proceso.

Nuestro pueblo existe antes que el Estado peruano y nunca tuvimos problemas de contaminación ni daños a la salud por metales en la sangre de las personas. Por eso, estamos tratando de recuperar el territorio integral ancestral que nuestros antepasados nos dejaron y garantizar a todos los seres vivos del planeta un territorio sin contaminación en la Amazonía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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